Ante las declaraciones de la Ministra de Educación, Letizia Mengarelli, sobre un video donde maestros y niños ponen en discusión la problemática actual, expresamos nuestra solidaridad con los docentes y la comunidad educativa de la localidad del norte santafesino Los Amores. Sabemos cómo los docentes trabajan en Los Amores, y en todo el norte profundo de nuestra provincia, viajando a dedo para asistir a la escuela, por caminos que se hacen intransitables ante la menor lluvia, padeciendo carencias, o y abandonos lvidos y abandonos de parte del Estado.

En la plaza de esta localidad realizamos un homenaje a un maestro desaparecido, y fuimos a brindar nuestro emocionado homenaje. Hemos exigido a las autoridades provinciales la resolución de los problemas edilicios de la Escuela Secundaria de Los Amores, que aún no fueron resueltos por el Gobierno de la Provincia. Nos hemos sorprendido por la cobertura nacional que se le dio a este video y de la utilización que muchos medios intentan darle. ¿Será que de ahora en más habrá que pedir autorización a la Ministra para trabajar en un acto escolar sobre la democracia, la participación de los jóvenes en la vida política, los derechos humanos o los agrotóxicos? Porque éstos son sin dudas otros temas que atraviesan la vida de todo ciudadano santafesino y, por lo visto, pueden llegar a molestar a los funcionarios provinciales.

El principal argumento que ofrece la Ministra para tomar parte en este hecho es la “defensa de los derechos de la niñez”. Pero sin dudas es una excusa. Si de la defensa del derecho de la niñez se tratara verdaderamente hubiera tenido en cuenta el estado edilicio de las escuelas a las que concurren los niños y jóvenes en Los Amores.

Cuando se trata de la defensa de los “derechos de los niños “ no le preocupa a la Ministra que un niño muriera mientras iba al comedor escolar, luego de la lluvia en Santa Fe. ¿No será también otra forma de afectar los derechos de los niños y jóvenes la falta de escuelas secundarias en nuestra provincia? ¿O la falta de edificios confortables, con ventilación adecuada, la formación docente y el agua potable, entre otras innumerables problemáticas?.

Desde el sindicato reclamamos en numerosas oportunidades por el escandaloso estado edilicio de esas escuelas, situación que a la fecha no han resuelto esas mismas autoridades preocupadas por la participación de niñas y niños en «riesgosas» obras teatrales. Vuelve a ponerse de manifiesto la forma de controlar desde una oficina todo lo que aparezca en los medios de comunicación sobre educación en nuestra provincia. También cada vez que algún docente pone en cuestionamiento alguna medida de política educativa ocurre esta situación de sesgo autoritario, como el caso del docente rosarino, Fernando Pisani, de larga trayectoria en escuelas técnicas, al que pretendieron silenciar exigiendo que se retractara de sus comentarios vertidos en el diario La Capital de Rosario.

El docente fue citado ante la presencia de funcionarios del área jurídica del Ministerio por una nota de opinión, atentando el derecho de la libertad de expresión. En este caso, grave por la violación de la libertad de expresión que todo ciudadano tiene y por no seguir ninguno de los pasos exigidos por la Ley de Disciplina de la Provincia. No es la primera vez que denunciamos la actuación del ministerio en la instrucción de los sumarios en la cartera educativa.

Letizia Mengarelli se preocupó, según ella misma lo dijo en varios reportajes que brindó, por la exposición de los niños. Nos preguntamos si se preocupa de igual modo cuando en cualquier acto oficial inaugurando obras, asisten funcionarios y ex gobernantes, con sendos equipos de prensa a su alrededor que toman imágenes que son utilizadas institucionalmente por el gobierno o aparecen luego como fragmentos en spots de campañas políticas de algún candidato del oficialismo provincial. Desde AMSAFE nos solidarizamos con los docentes de la escuela de Los Amores y con el profesor Pisani, exigiendo al Ministerio que respete la Ley de Disciplina de la Provincia, la libertad de cátedra y el derecho a la libre expresión.