Úrsula Bahillo fue asesinada por su ex novio, el policía Matías Ezequiel Martínez, en la ciudad de Rojas el 8 de febrero. A Úrsula la mataron después de haber realizado múltiples denuncias por violencia que no alcanzaron para que el Estado la cuidara. Pidió ayuda, pidió protección y no alcanzó para preservar su vida.
Una secuencia de irresponsabilidades de quienes debieron actuar con celeridad: desde el Poder Judicial, Comisarías, Juzgado de Paz, dejaron indefensa a esta joven. ¿Hasta cuándo va a reinar la impunidad, la desidia, la falta de compromiso, de perspectiva de género?
La ESI, la Ley Micaela, las diferentes políticas públicas nacionales y provinciales son parte de las redes y entramados solidarios que protegen a cada niña, a cada mujer. Sin el compromiso social de quienes forman parte de las diferentes instancias del Estado, nunca va a alcanzar. Hoy sentimos la muerte evitable de Úrsula como un nuevo nudo en el pecho, un dolor irreparable.
Por eso, es necesario que de inmediato se identifiquen a quienes fueron irresponsables en su trabajo y se tomen las medidas correspondientes para que podamos avanzar en el imprescindible, urgente y vital cambio cultural en el funcionamiento de los diferentes ámbitos del Estado.
No puede haber más fuerzas policiales ni Poder Judicial sin perspectiva de género.
#NIUNAMENOS
#VivasNosQueremos