Luis María Vera Candioti, ex juez de menores Santa Fe, se convirtió en el primer magistrado procesado por haber dado marco legal a la adopción ilegal de una hija de desaparecidos durante la dictadura. Es por el caso de la ahora nieta recuperada Paula Cortassa, quien sobrevivió al sangriento secuestro de sus padres Enrique y Blanca Zapata en febrero de 1977 y luego fue dada en adopción bajo el nombre María Carolina Guallane.
Junto a Vera Candioti, el juez federal de Santa Fe, Reynaldo Rodríguez, procesó en la misma causa al ex coronel Carlos Enrique Pavón, quien fraguó los documentos al entregar a la niña a la justicia cuando se desempeñaba como teniente primero en el Centro de Operaciones Tácticas del Área de Defensa 212, bajo las órdenes del coronel Juan Orlando Rolón.
Vera Candioti era juez de menores cuando en 1977 dio en adopción a la ahora nieta recuperada Paula Cortassa a una familia de la localidad de Venado Tuerto que, a diferencia de él, ignoraba el origen de la menor.
«No hay antecedentes de jueces procesados por el delito de apropiación y sustracción de identidad», indicó la Unidad Fiscal de Seguimiento de Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, al informar del procesamiento, producido el 2 de febrero.
Paula Cortassa, de 18 meses, sobrevivió al sangriento secuestro de sus padres Enrique y Blanca Zapata en febrero de 1977, hecho en el que también fue asesinada Cristina Ruiz de Ziccardi, otra militante que vivía en la misma con sus hijos de 5 y 2 años. Los tres niños sobrevivientes de la masacre fueron entregados al juzgado de menores de la ciudad de Santa Fe que tenía a cargo Vera Candioti, pero a diferencia de los hermanitos Ziccardi, que fueron devueltos a sus abuelos 15 días después, Paula fue dada en adopción.
El ex coronel Pavón, entonces teniente, fue el encargado de llevar a Paula Cortassa al juzgado de Vera Candioti «suscribiendo una nota con fecha falsa, sin mencionar su filiación, asegurando que se trataba de una ‘menor no identificada’ a pesar de que se conocía la identidad de quienes fueron abatidos en dicha ocasión», aseguró el juez Rodríguez en su fallo.
En el expediente también se probó que «la fecha de la nota por la cual fue remitida la niña por parte del Ejército Argentino se encuentra antedatada y fraguada, y que la menor fue mantenida durante un lapso prolongado fuera de las instituciones encargadas de su custodia, con destino informal e incierto, todo lo cual tuvo por objeto ocultar la verdadera identidad de Paula Cortassa», rebautizada María Carolina Guallane.
Vera Candioti, que en su carácter de juez de menores tenía la obligación de establecer el origen biológico de la niña, «deliberadamente mediante su accionar evitó vincular la existencia de María Carolina Guallane (Paula Cortassa) con el procedimiento sucedido en calle Castelli», aseguró el juez federal Rodríguez al ordenar su procesamiento. Por el mismo hecho, la justicia también procesó a Juan Calixto Perizzotti, entonces jefe del Comando Radioeléctrico de la policía de la provincia de Santa Fe.